Divorciarse es una decisión difícil que puede estar motivada por diversas razones personales y legales. En el estado de Texas, el proceso de separación permite a las personas terminar su matrimonio por varias causas que se clasifican en dos grandes grupos: divorcio “sin culpa” y “con culpa”.
A continuación, exploraremos estas causales de divorcio es crucial para quienes estén considerando una separación.
Causas sin culpa
El primer tipo de separación se conoce como “sin culpa”. Para estos casos, cualquiera de los involucrados puede separase simplemente por razones irreconciliables. No es necesario comprobar ante un tribunal que el matrimonio es insostenible y que la otra parte se ha comportado de forma inapropiada.
Dentro de las causas sin culpa, una de las razones más comunes para solicitar el divorcio en Texas es la incompatibilidad. Otra causa sin culpa es la separación, que se aplica cuando los cónyuges han vivido separados sin cohabitar durante al menos tres años.
Causas con culpa
En el estado de Texas aún prevalecen los divorcios con culpa. En estos casos, uno de los cónyuges debe probar ante tribunales el comportamiento perjudicial de la otra parte. El estado considera las siguientes acciones para establecer un divorcio con culpa:
- Crueldad
- Adulterio o infidelidad.
- Cuando la pareja ha vivido separada por al menos tres años.
- Cuando un cónyuge abandona al otro deliberadamente por al menos un año.
- Cuando uno de los cónyuges es internado en un hospital psiquiátrico por al menos tres años.
- Cuando uno de los cónyuges es condenado y encarcelado por un delito grave durante al menos un año puede ser motivo para el divorcio.
Al considerar el divorcio, es fundamental consultar con un abogado con experiencia en derecho familiar. Una firma que hable español puede proporcionar orientación personalizada sobre las opciones legales para un divorcio en Texas.
Cada situación es única. Tener la asesoría de un abogado garantiza que los derechos de cada individuo estén debidamente protegidos durante una separación.